Quizás algunos lo tomen a mal, pero estamos todos hablando, exceptuando la cabeza, con cualquier parte del cuerpo. No sé si los padres, los maestros o quién nos ha enseñado que siempre debemos culpar a otros de nuestros errores, así sean groseros o insignificantes, la culpa no debe ser nuestra. Acá es igual, se ven menos soldados romanos que Judas y Pilatos, de esos, está lleno. Hagámonos cargo, alguno de nosotros votó o bancó a Héctor Grondona, a Duca o a Comparada, a este último, en 2008, ya sabiendo quién era, lo votamos 3 de cada 4 socios (y, encima, cuando nos lo recuerdan, nos ofendemos), total, mientras termine la cancha, que se arregle el que lo suceda, pensábamos. Se supone que no imaginábamos que no iba a terminar la cancha y menos aún, que habiendo vendido por u$s 70 millones, nos iba a dejar con la misma cantidad de plata, pero de deuda. Por eso debe ser que no nos gusta que nos culpen de eso, porque se trata de un error muy grosero. Cansados de esto y de los barras, votamos a Cantero para que administre sin plata y saque a los violentos. Vino Farías, se fue Ramón y la lucha contra la barra se estableció. Vino Cristian, los refuerzos, se fue Cristian y vino el Tolo. Pasó el tiempo y ahora, no contentos con eso, nos olvidamos de que nosotros socios, hinchas, periodistas partidarios, aprobamos, muy esperanzados, las incorporaciones que Cantero había logrado traer sin plata, sólo por el sueldo, así como tampoco, después de la negativa de Gallego y del 5 a 4 a Boca, vimos mal la continuidad de Cristian Díaz; bueno, no imaginábamos que a Díaz le iba a ir mal, entonces, le echamos la culpa a Cantero, por no haber obligado a Gallego a venir antes, cuando no quiso. Cantero trajo a Gallego, ahora sí, dijimos, pero no, lo que menos imaginábamos, sucedió, a Gallego le va peor que a Díaz, entonces, le echamos la culpa a Cantero, porque las incorporaciones que aprobamos son todos viejos rotozos y debió haber gastado la plata que no tenía (la que se afanó Comparada) en jugadores jóvenes y de primer nivel (¿?), y porque suponemos que por meterse con los barras (como le pedimos nosotros), los árbitros, apañados por AFA, nos tiran al bombo. Sí Señores, hoy, más que nunca, debemos estar convencidos de que Cantero tiene la culpa, ¿de qué?, de darle bola y hacerse cargo de una manga de inestables emocionales e histéricos que no responden por sus errores, ¿quiénes?, nosotros (socios, hinchas, periodistas partidarios). Saludos.