domingo, 2 de diciembre de 2012

Mi padre, sabio él, tenia una teoría acerca de la inteligencia superior del hincha del Rojo, relativa a las primeras palabras de un niño... Decía: cuando el pibe empieza a hablar, dice mamá, papá, boca; eso le sale a cualquiera. Para decir Independiente tiene que ser inteligente.
Él siempre cantaba el himno "Somos los de Independiente...", por esa razón, cada vez que lo escucho, se me llenan los ojos de lágrimas. Nació en 1928 y murió en 2006, igual que la Doble Visera, debe ser por eso, entre otras cosas, que detesto profundamente al Sr. Comparada.
Tengo los asientos 222 y 223 de la platea que compartimos 25 años y, colgados en mi oficina, el cuadro de vitalicio y el de 50 años de socio. Todas estas cosas, más otras inexplicables, son las que me hacen sentir orgulloso de ser hincha y, más aún, de ser socio de Independiente.

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