sábado, 8 de diciembre de 2012

Se bajó del caballo.

Eso dicen, relamiéndose gustosos, quienes distorsionan los hechos adrede, o quienes se dejan influenciar por ellos, al referirse a que Javier Cantero convocó a una reunión a opositores, empresarios y sindicalistas hinchas de Independiente, quienes, como dije en la entrada anterior, luego de la derrota con San Lorenzo, salieron en los medios y al unísono, a pedir que el Presidente se "deje ayudar", solicitando, directa o indirectamente, la reunión que finalmente se dio. Y cómo negarles a socios que tanto insisten en ayudar, una reunión, si, al fin y al cabo es sólo eso, una reunión para escuchar de qué manera piensan que lo podrán hacer. 
Claro está que la mayoría de esta gente ya participó de las comisiones anteriores, Maldonado era secretario Deportivo de Comparada, Moyano lo acompañó durante toda su presidencia, sin objetarle decisión alguna, Fabio Fernández fue candidato a Secretario General de su lista, etc., entonces, no podemos esperar que colaboren como lo hacemos nosotros, desinteresadamente, comprando bonos o haciendo socios a nuestros parientes. Lo lógico sería que condicionen su "ayuda" a una ganancia económica o de poder (siempre con el objetivo final del rédito económico); esto fue así siempre con estos muchachos, y no se ve razón alguna para que cambie. Ahora, bien, la decisión sobre si aceptan o no sus propuestas es de Cantero y la CD, quienes deberán sopesar la conveniencia del Club, por sobre el resto de las cosas. Lo que no parece posible, ni beneficioso, es que el Presidente ceda poder, no por egoísmo, sino, porque cuando los "salvadores" tuvieron el poder, destruyeron al Club; sí lo parece, en cambio, que participen de algún negocio que les reditúe económicamente, siempre y cuando beneficie a Independiente y no incluya prebendas, como retroceder en la lucha contra los barras. El que habla de pacto o traición, es porque no conoce a Cantero. 
Es que la situación futbolística, o, más bien, el terror masivo al descenso, nos pone a los hinchas del Rojo en una situación de sensibilidad histérica que excede todo nuestro raciocinio y, en este momento, si nos aseguraran que no nos vamos, aceptaríamos cualquier propuesta, decente o indecente, aunque supiéramos que eso significara entregarle el Club a los mismos que nos llevaron a esta situación y empezar a hacer girar la rueda, de nuevo, para que dentro de unos años, con suerte, volvamos a estar en esta misma situación futbolística y, posiblemente, en una muy peor situación económica. 
Estamos ante una decisión histórica, nuestra, de los socios que elegimos el cambio, de seguir bancándolo a full pase lo que pase, o ceder en nuestras convicciones (mal llamadas así, en este caso) y comprar los espejitos de colores de los que nos quieren convencer de que ahora los malos son buenos, que "la unidad" es la solución y que los que apoyamos a esta CD en su intento de limpiar al Club de la mugre que se instaló, sobre todo, en estos últimos 20 años y  devolverlo al lugar al que pertenece, queremos más a Cantero que a Independiente; disculpen la grosería, pero ¿cómo se puede decir tamaña pelotudez? Ese es uno de los mejores ejemplos del descalabro neuronal que provoca en nosotros el miedo al descenso, que es el mismo que no nos deja salir de esta situación y que nos lleva, como hinchas, socios, directivos, futbolistas o periodistas, a cometer error tras error; y a buscar soluciones donde no las hay.

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